Estoy loca, o no. Según se mire. Me encantan los achuchones, abrazos, besos y caricias. Soy cariñosa, quizás a veces demasiado. Me gusta el sol, odio la lluvia. Una parte fundamental de mi vida es la música. Me encanta ir en el autobús con el mp3 a tope, y que la gente me mire preguntándose si estoy sorda. Tengo muy mala leche, y soy una llorica. Amo a mi familia, y a mis amigos (pero a los de verdad). Me gusta el negro, el rosa chillón, el verde moco y el naranja mecánica. Soy fluorescente, brillo en la oscuridad. Si te quieres llevar bien conmigo, tendrás que aprender a entenderme. Me gustan los labios rojos y la sombra de ojos negra. El olor a cristasol y a la colonia de hombre. Odio el olor del amoniaco, y de las verduras cocidas. Nunca podría ser vegetariana. Bebo alcohol, y fumo, sí. Me gusta la sensación de el agua helada bajando por mi garganta en un día de resaca. Intento ver el amanecer del domingo a través de las gafas de sol, que por cierto, me gustan grandes. Prefiero falda a pantalón, y vestido a falda. Me gusta leer, y a veces veo la tele. Soy fanática de la ropa y los complementos, a veces creo que tengo demasiadas cosas en mi armario. Me gustan los bolsos grandes, y nada discretos. Me gustan los animales, en especial mi perra Lola. No se cocinar, solo se freir patatas y hacer espaguetis. Me gusta hacer el tonto, y no poder parar de reír. Bailo y canto siempre que puedo, y me da igual donde sea. No me gusta la falsedad, ni los victimismos. Intento ver siempre el vaso medio lleno, aunque a veces me cuesta. Odio los 40 principales, sobretodo el número uno. Adoro salir de fiesta con mi gente, pero también adoro pasarme las horas muertas tirada al sol en buena compañía. Bebo Vodka, o cerveza, a ser posible Heineken. Sin alcohol soy de Cocacola light y agua, mineral siempre que puedo. Adoro las uñas pintadas y dormir echa un ovillo. No me gusta que me miren mientras duermo, igual se me cae la baba. A veces hablo conmigo misma, o con mi perra Lola (mi abuela dice que a ella la habla, a mi todavía no..). Me gusta ir de "durita" por la vida, y luego ser mas blanda que las gominolas. Adoro hacer tonterías, y jugar a juegos de niños. No puedo dormir destapada (en verano es un rollo, siempre tengo calor!). Si estás pensando en quedar conmigo y luego dejarme plantada, piénsatelo mucho. Me sienta FATAL !
y no sé. probablemente seré otras muchas cosas pero..
esas son las que se me ocurren ahora mismo.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
domingo, 31 de agosto de 2008
Frío suelo.
"Acuestate, tienes que descansar." Palabras que retumban en mi cabeza. Decido hacerte caso, pero ¿para qué? Sabes tan bien como yo que no voy a conseguir pegar ojo ésta noche. Vuelven esas cosas que jure una y mil veces que no volverían. Pienso en que es exactamente lo que estoy haciendo mal para que esto no se acabe. ¿Todo? No, algo tengo que hacer bien joder. ¡Ah si! Ya lo tengo. ¿Sabes qué es lo único que hago bien? Llorar. Ha debido de pasar una hora desde que decidiste meterte en la cama. Piensas: ¿Ves? Te dije que no podria dormir. Enciendes la pequeña lamparita que hay al lado de tu cama y te incorporas. Empieza en la punta de los pies, sube por tus muslos, recorre la costilla izquierda para acabar finalmente en tu cabeza. Es otra vez ese maldito escalofrío que te estremece. Pones los pies en el suelo. Puedes sentir el frío, pero te da igual, no tienes fuerzas ni para ponerte los calcetines verdes que te encantan para andar por casa. Vas al baño, te miras en el espejo. ¿Qué ves? ¿Que qué veo? Nada, solo fachada. Vuelves a repetirmelo, ¿qué ves? Me veo a mi, sola. Más frágil que nunca, más indefensa y débil de lo que jamás habráa podido imaginar. Puedo oir el grito desgarrador que nace en mi interior. Nadie puede oirlo excepto yo. Yo te escucho decir que no tengo derecho a pensar y a decir esas cosas sobre mi. Oigo como me gritas que tu has estado ahí desde siempre, mucho antes de que las cosas se empezaran a torcer. Continuas gritandome, y una lágrima asoma por el lagrimal de mi ojo derecho. Déjalo ya, por favor. Sigues gritandome que no, que no vas a parar hasta ver que se asoma una bonita sonrisa en mi cara. Me dices que soy fuerte, pero yo ya no me lo creo. Son cosas que me han dicho tantas veces, que ya es una rutina. Te grito que no, que no tienes razón, que no puedes esperar que todo el mundo te haga caso, y eso te duele.Te oigo llorar en mi interior, se que estas sufriendo, y eso no me gusta. No me gusta ver sufrir a nadie, pero menos a ti, que formas parte de mi cuerpo, y también de mi historia. Comienzo a sollozar pidiendote perdón, puedo sentir como te vas calmando, hasta que por fin llega la calma. Ésta conversación me ha dejado agotada. Vuelvo a la cama. Parece que el suelo esta menos frio que hace 10 minutos. Apago la luz y ¿sabes qué? En cuestion de segundos me quedo dormida.
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