domingo, 20 de diciembre de 2009


.. y lo cambio todo por tus manos quitándome la ropa.

martes, 15 de diciembre de 2009

Abrir los ojos. Sentir que el mundo se ha detenido. No pasan las horas, ni los minutos. A veces te cuesta hasta contar los segundos. Frío. Un escalofrío que empieza en la punta de tus pies y te recorre la columna vertebral. Los pelos de punta, pero no de emoción. Miedo. De nuevo esa tristeza que rompe mi cabeza. ¿Qué hay que hacer cuándo la persona que te hace llorar es la única que puede consolarte?
Quizá seas tú, o quizás yo.
El mundo se vuelve a mover. Sale el sol ¿de nuevo? No importa. Vuelve a brillar. El suelo de casa está menos frío que ayer. Ahora es mi canción favorita la que me pone los pelos de punta. Seguridad. Sonrisas. Me gusta la sensación de que sólo yo controlo mi vida, que controlo mi felicidad.
Ya no te necesito.

lunes, 14 de diciembre de 2009

No te creas que te he olvidado.
Tampoco te creas que sigues siendo imprescindible en mi vida.





Los días van pasando, y tú no estás..









¿y qué?





MÍRAME, SOY FELIZ.

lunes, 18 de mayo de 2009


Es curioso cómo el más mínimo detalle, mínimo pero adecuado, puede hacer que te evadas de la realidad horrible que te rodea, y que te sientas bien, aunque solo sean los segundos que tardas en leer el mensaje que te ha echo sonreir.
Admiro mi más reciente capacidad adquirida de ver más allá de la fachada. Yo no soy sólo una niñata rubia, ni tú eres sólo el chico más arrogante e insoportable que he conocido jamás.
Creo que por eso me gustas tanto..

domingo, 12 de abril de 2009

Cuándo tienes 6 años.

Cuándo tienes 6 años creo que se es hasta un poco tonta.


Se hacen cosas que claro, por la edad, parecen bien echas, pero que cuando las recuerdas siendo mayor comprendes que no eran más que tonterías de la edad. Y luego, en las reuniones de amigos, al comentar cada uno sus recuerdos de esa edad, te suben los colores; menos mal que todos hemos tenido 6 años alguna vez.


Recuerdo que en el colegio, dónde dicen que tenemos que ir cuándo somos niños si queremos llegar a ser muy listos de mayores (por lo menos, eso dicen mis padres, y algo de razón deben tener, porque no son precisamente dos burros), no se me daba muy mal. Sólo recuerdo que tenía una manía tremenda: me empeñaba en ser la primera en todo; tenía que ser más rápida que ninguno en hacer los trabajos, en aprender a sumar, en comer, en comprender las lecciones; sólo así me llegaba a sentir a gusto, y si, por cualquier circunstancia no podía ser la campeona (ni que decir tiene que aunque mi esfuerzo era grande, no siempre lo conseguía), los siguientes dos minutos me sentía bastante infeliz. Mi padre se reía y me decía que me parecía al equipo de fútbol del Real Madrid, al que le gustaba ver en la tele: si no ganaba, era un fracaso. Yo no comprendía que la vida no siempre es como queremos que sea. Mis padres me decían que no pasaba nada, que ser el primero en todo, además de muy difícil, es hasta aburrido. Yo, una niña de 6 años, no me daba cuenta de estas cosas. Ahora, que soy mayor, ya lo sé.


Hablando de mis padres, cómo les quiero. Eran para mi mis dos conseguidores de cosas. Mis ídolos. Mi padre, trabajaba tanto que yo pensaba que dentro tendría un motor de gasolina o algo así, porque pocas veces se cansaba. Dibuja muy bien (cómo le envidio) y además, toca en una banda de rockandroll; ¡sí hasta tengo una canción dedicada para mí! ¡faltaría más! Y mi madre, la mejor. Me gustaría mucho ser como ella, aunque sé que es difícil. Es como una gallinita que cuida de sus hijitos que se convierte en un pastor alemán cuando tiene que defenderlos del mundo. Una maravilla. Yo les miraba con admiración y no comprendía cómo eran capaces de ser tan listos. Todo lo que yo les preguntaba, lo sabían. Podían hacer cualquier cosa. Si me ponía enferma, ellos sabían que hacer. Si se estropeaba la tele, ellos sabían como arreglarla. Si necesitaba ropa, sabían exactamente cuál era mi talla. No fallaban nunca. Era una sensación feliz darse cuenta de lo mucho que me querían. Aunque a veces tardaba un poco en entender por qué debía hacer esto y no lo otro.. cosas de la edad.


Qué fiestas hacíamos cuándo era mi cumpleaños. Invitaba a todo el mundo, y mis abuelos organizaban una comilona que no veas. Había música, baile, juegos, mucha gente.. Sobre todo mis amigos, esos amigos de la infancia que luego recuerdas con cariño, a los que veía diariamente en el colegio, en el barrio, en el parque.. Es curioso, cuándo tienes 6 años piensas que el mundo sólo tiene 10 kilómetros de largo, y sólo existe tu ciudad, tus amigos y familiares más cercanos y poco más. No te das cuenta de que somos tantos que casi ni cabemos en la tierra. Vas conociendo poco a poco que hay más gente, más ciudades, más países.. Cuándo llamaba mi abuela desde su casa en Galicia, tenía la impresión de hablar con una persona de otro mundo. Y cuándo iba a pasar unos días a su casa en verano, era para mí tan largo e interesante el viaje como debe ser ir a Marte. Todo cambiaba. Cambiaba el idioma (tamben aprendín a falar galego, e lo sigo praticando a cada viaxe que fago), cambiaba la casa, cambiaba la gente. Todo era nuevo para mí. Y diferente. Ahora desde mi mayoría de edad pienso en ello, y sonrío, por que estoy segura de que mi hermana empieza a pensar también así.


Porque tengo una hermana. Es más pequeña que yo y todavía está en edad de aprender. Yo trato de cuidarla y enseñarla las cosas que yo he ido pasando, para que a ella no la pillen tan de sorpresa. Es muy lista, y creo que cúando sea tan mayor como yo soy ahora, será muy inteligente. Verla jugar con sus cacharros sin darse cuenta de nada me recuerda cuándo tenía su edad, y sólo me preocupaba la fecha de aparición del vídeo de Pocahontas. Está aprendiendo tantas cosas a la vez que a veces pienso que su pequeña cabecita no va a poder guardar tantas cosas. Pero en seguida me acuerdo que yo también he pasado por esas edades, y se lo cuento, y se ríe, y me mira con esos ojos de admiración y respeto hacia la hermana mayor. Me gusta.


Es que cuándo tienes 6 años la vida se ve de otra manera.

Y además, cuándo te haces mayor, te das cuenta que es muy fácil seguir siendo feliz, si te lo propones.

Por cierto, ayer fue mi cumpleaños. Hoy ya tengo 7 años.

jueves, 29 de enero de 2009

OS ECHO DE MENOS.


ITZíAR. mi alma gemela, mi conciencia y mi saber estar. La que tiene la palabra adecuada en cada momento. La que sabe como hacer que deje de llorar. La de los "ya te lo dije..". La que me saca de quicio. La que hay momentos en que no puedo soportar. La que me hace llorar de rabia, pero también de feliciddad. Mi compañera de cama, y compañera de batido y galletas a las 7 de la mañana. La que me inculcó la gran pasión de las Lays Vinagreta. Con la que ladro y maullo. Mi bicho, mi puerca, mi cerda y mi zorra.
Te quiero. Te quiero por encima de cualquier chillido, lágrima, mal momento.
No se vivir sin tí. No se vivir sin las 400 llamadas antes de salir porque cambiamos de opinión acerca de lo que ponernos, de como peinarnos, de lo que hacer o de dónde beber. Con la que me pasaba tardes enteras hablando en vez de estudiar Geografía.
Desde hace 4 años no nos hemos separado. Y AHORA TAMPOCO.

LAURA. mi paciencia, mi cordura y mi responsabilidad. Mi compañera de ABSOLUTAMENTE TODO desde hace casi 20 años, que se dice pronto. Mi compañera de colegio, de cama, de casa, de piscina, de verano, de navidad, de urbanizacion.. DE TODO. Recuerdo momentos como un viernes de hace cosa de 5-6 años, de esos previos al sábado-elitero que comimos tantas guarrerías que acabé potando encima de tu hamburguesa mientras cenábamos. O el día que vimos el exorcista y cuándo se acabo pusimos la tele y se había muerto el Papa y no pudimos dormir en toda la noche pensando que eso era una señaL. O de cuándo mi abuela nos enseñó a tirarnos de cabeza. O de cúando nos disfrazamos de uva, de hawaianas, de vaquita o de margarita. De cuándo venías a mi colegio a disfrazarte de chulapa conmigo, y ya no quedaban chicos guapos disponibles y te tocaba el más feo.



Podría tirarme horas y horas recordando momentos, y me faltaría papel para escribirlos.
Son muchos, infinitos.
Risas, palabras, abrazos, besos, mimos, cenas, desayunos, comidas, meriendas, semanas, días, sonrisas, lágrimas, borracheras, salidas, escapadas, conciertos, canciones, versiones, ropa interior, H&M, absolut, leche de pantera, THE COLORETTES, FiB 'o7, guiris, duchas frías, "perdona, mi amiga quiere contigo", enfados, desilusiones, peleas, fotos, make up, sueños, realidades. Paletos de pueblo, tonterías, agujetas, exámenes, felicidad..

Lo que me hace seguir adelante es saber, que pase lo que pase, y le pese a quién le pese, NUNCA nos vamos a separar.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

así me hicieron..

Estoy loca, o no. Según se mire. Me encantan los achuchones, abrazos, besos y caricias. Soy cariñosa, quizás a veces demasiado. Me gusta el sol, odio la lluvia. Una parte fundamental de mi vida es la música. Me encanta ir en el autobús con el mp3 a tope, y que la gente me mire preguntándose si estoy sorda. Tengo muy mala leche, y soy una llorica. Amo a mi familia, y a mis amigos (pero a los de verdad). Me gusta el negro, el rosa chillón, el verde moco y el naranja mecánica. Soy fluorescente, brillo en la oscuridad. Si te quieres llevar bien conmigo, tendrás que aprender a entenderme. Me gustan los labios rojos y la sombra de ojos negra. El olor a cristasol y a la colonia de hombre. Odio el olor del amoniaco, y de las verduras cocidas. Nunca podría ser vegetariana. Bebo alcohol, y fumo, sí. Me gusta la sensación de el agua helada bajando por mi garganta en un día de resaca. Intento ver el amanecer del domingo a través de las gafas de sol, que por cierto, me gustan grandes. Prefiero falda a pantalón, y vestido a falda. Me gusta leer, y a veces veo la tele. Soy fanática de la ropa y los complementos, a veces creo que tengo demasiadas cosas en mi armario. Me gustan los bolsos grandes, y nada discretos. Me gustan los animales, en especial mi perra Lola. No se cocinar, solo se freir patatas y hacer espaguetis. Me gusta hacer el tonto, y no poder parar de reír. Bailo y canto siempre que puedo, y me da igual donde sea. No me gusta la falsedad, ni los victimismos. Intento ver siempre el vaso medio lleno, aunque a veces me cuesta. Odio los 40 principales, sobretodo el número uno. Adoro salir de fiesta con mi gente, pero también adoro pasarme las horas muertas tirada al sol en buena compañía. Bebo Vodka, o cerveza, a ser posible Heineken. Sin alcohol soy de Cocacola light y agua, mineral siempre que puedo. Adoro las uñas pintadas y dormir echa un ovillo. No me gusta que me miren mientras duermo, igual se me cae la baba. A veces hablo conmigo misma, o con mi perra Lola (mi abuela dice que a ella la habla, a mi todavía no..). Me gusta ir de "durita" por la vida, y luego ser mas blanda que las gominolas. Adoro hacer tonterías, y jugar a juegos de niños. No puedo dormir destapada (en verano es un rollo, siempre tengo calor!). Si estás pensando en quedar conmigo y luego dejarme plantada, piénsatelo mucho. Me sienta FATAL !

y no sé. probablemente seré otras muchas cosas pero..
esas son las que se me ocurren ahora mismo.